jueves, 26 de septiembre de 2013

VICTORIA TRIWHITE DE CARBONERAS

Increíble jornada triatlética la que viví el pasado fin de semana en la localidad almeriense de Carboneras.

A las 6 de la tarde, se dio la salida sprint de este bonito triatlón. El recorrido era sencillo, un rectángulo con cuatro boyas sobre el Mediterráneo. El mar estaba un poco picado, como a mí me gusta.
Bocinazo de salida, cinco pasos y al agua. Salgo fuerte para evitar los temidos golpes. Enseguida me coloco en cabeza, manteniendo un ritmo alto. Las olas no son muy grandes, pero si lo suficiente para descuadrarte la brazada y pelearte con el agua más de lo normal. Así que me concentro bien e intento cuadrar mis brazadas con las olas. Dicho y hecho, lo consigo y mi nado se vuelve mucho más económico y rápido.
Toco tierra encabezando la prueba. Larga transición hasta encontrar mi bici. Al salir de la transición me cruzo con mis perseguidores. Más adelante, mi padre me canta 50’’ de diferencia. No me lo pienso y salgo a tope en bici.



Los primeros kilómetros son de subida, subo sentado, con buena frecuencia. Enseguida llego al tramo de falso llano donde intento aumentar el ritmo. Al paso por la primera de las dos vueltas, me dicen que he abierto hueco y que mi ventaja ya está en 1’15’’.  



Encaro la segunda vuelta, aunque esta vez tengo que aflojar un poco, pues el flato amenaza con aparecer. La subida la hago mejor que en el primer paso, pero en el llano me cuesta más lanzar la bici. De vuelta en Carboneras y a correr.

En la segunda vuelta, el grupo perseguidor me ha recortado tiempo y me bajo a correr con una ventaja de unos 50-55’’. “Hay que correr, regula” – pienso mientras afronto los primeros metros del tramo pedestre.
Las piernas no van tan sueltas como en otras ocasiones, pero aún así responden bien. El recorrido a pie transcurría a lo largo del paseo marítimo, para después adentrarnos en la ciudad y acabar junto al castillo de Carboneras.



En la primera de las dos vueltas compruebo que vienen fuerte por detrás, por lo que no me puedo relajar. Paso por la primera vuelta, el público me anima y avivo el ritmo un poco más. Pero es mero espejismo, el flato me vuelve a amenazar y tengo que aflojar un poco.


Regular y paciencia. Que largos se hacen 5 kilómetros. Por fin encaro la recta de meta, Felipe Gutiérrez me anuncia como el ganador de la prueba. Levanto la cinta y sonrío. Más que contento por esta nueva victoria, y por la confianza y moral que me da, de cara al final de esta temporada. Dar la enhorabuena a la organización, pues salió un triatlón realmente "chulo" con unos recorridos increíbles. 



Saludos y kilómetros!

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