El pasado fin de semana disputé el triatlón SERTRI
organizado en Santander.
Participé en la categoría sprint. La salida se dio a las 4 y
media de la tarde en la playa del Sardinero. El recorrido en el agua consistía
en dar dos vueltas a un pequeño circuito de boyas.
Así, más de 200 triatletas nos congregamos en la orilla para
participar en este triatlón.
Salida rápida, un par de delfines y a nadar. Voy a tope.
Llego a la primera boya, no miro para atrás, sigo a mi ritmo. Llego a la
segunda boya y para la orilla otra vez. Salida a tierra, y vuelta. Para mi
sorpresa veo que he abierto un hueco importante. Sigo a tope, me siento bien
dentro del neopreno. Sin darme de cuenta ya toco de nuevo tierra.
Larga transición hasta llegar a mi PRESTIGIO. Lenta, pues el
neopreno se me atascó un poco. Me monto en bici y no me noto muy cansado. Entro
en el circuito, me coloco sobre mi acople y abro gas. El viento sur me
incomoda, pero aún así siento que voy rápido. Giro de 180º, tomo referencias
con mis perseguidores. Un grupo de unas 6 unidades viene tirando fuerte.
Ahora el viento nos empuja con fuerza, haciendo que vayamos
realmente rápido. Yo sigo sobre mi acople a mi ritmo. Finalizo la primera de
las cuatro vueltas del tramo ciclista y veo que el grupo me ha recortado una
distancia considerable. Creo que aún es posible completar la bici en solitario.
Segunda vuelta completada y veo que el grupo está prácticamente encima.
Me relajo y decido esperar al grupo, hoy la escapada no va a
ser posible. Soy neutralizado. El ritmo no decae, aunque no nos entendemos
demasiado bien a la hora de relevarnos. Es David García del triatlón Avilés el
que marca el ritmo la mayor parte del tiempo.
Ya estamos en la última vuelta y aparece el nerviosismo por
colocarse lo mejor posible para la segunda transición. Estoy atento. Antes de
la transición hay un par de curvas cerradas. No me lo pienso, tiro fuerte y
arriesgo en las curvas, cogiendo unos metros de ventaja.
Esta vez si, rápida transición y a correr. He conseguido
distanciar unos metros a mis perseguidores. Salgo corriendo a tope. Por detrás
vienen buenos corredores y no me fío.
Primera vuelta, voy fatigado pero consigo mantener el ritmo.
Tomo referencias en los giros y he conseguido aumentar mínimamente mi ventaja.
Consigo mantener el ritmo hasta la última vuelta en la que aparece el hombre
del mazo. Regulo y administro la ventaja.
Finalmente entro en meta en primera posición. Contento, no
sólo por el resultado si no por las buenas sensaciones que me acompañaron
durante toda la carrera.
Nada más, saludos y buenos entrenos.
