El pasado fin de semana me
desplacé a tierras lusas para disputar la Copa de Europa de Triatlón en
categoría élite. Tras dos semanas en casa, entrenando muy bien, llegaba con
buenas sensaciones y confiado a dicha cita.
Así, el sábado a las cuatro y
media de la tarde daba el pistoletazo de salida a mi temporada triatlética.
En la lista de salida grandes
nombres habituales en pruebas ITU, por lo que se presentaba una prueba de gran
nivel.
De este modo, tras pasar por cámara
de llamadas, 73 triatletas nos fuimos colocando en la línea de salida. Al tener
un dorsal alto me coloqué donde pude, prácticamente en el centro, donde está la
verdadera lucha. “On your marks” y bocinazo. 50 metros corriendo y rápida
entrada al agua. Salgo fuerte y evito un poco los golpes de los primeros
compases de la prueba. Enseguida se perfila una punta de flecha a mi izquierda
por lo que todos nos vamos hacia allí buscando unos buenos pies. Llegamos a la
primera boya y me caen golpes por todos lados. Intento no agobiarme demasiado y
reparto golpes a diestro y siniestro intentando encontrar mi espacio. Segunda
boya y más de lo mismo. Además en esta segunda boya me quedo enganchado con mi
brazo a la redecilla que cubre la boya, mi sensación de agobio aumenta por
momentos. Encaramos ya hacia la playa para completar la primera de las dos
vueltas. Paso por la primera vuelta y voy un poco retrasado. Me coloco las
gafas y otra vez al agua.
Las primeras brazadas de la
segunda vuelta son agónicas. Enseguida encuentro unos buenos pies y recorto
algunos puestos. Salgo del agua en 19’30’’ a casi 1’45’’ de cabeza. No ha sido
mi mejor natación, pero después de todos los palos que me he llevado ni tan
mal.
Rápida transición y a pedalear.
Salto sobre la bici y escucho un “crak” que no me gusta nada. Comienzo a
pedalear y enseguida veo que no voy cómodo sobre la bici, pedaleo raro. Un
tornillo del sillín se ha pasado y se ha colocado con la punta hacia arriba.
“La que me espera”- pienso. Imposible pedalear sentado. Intento colocarlo en su
posición normal, pero es impracticable. Tengo que ir todo el rato de pie sobre
la bici. Los lumbares se empiezan a quejar.
Al paso por la primera vuelta soy
neutralizado por un grupo donde van buenos ciclistas. Pero en los giros me
cuesta mucho salir y pierdo el grupo. Intento recuperar y soy neutralizado por
un grupo de 4, donde haría todo el tramo ciclista. Los relevos son bastante
caóticos por lo que vuelta a vuelta vamos perdiendo mucho tiempo. Finalmente en
la última vuelta somos cazados por otros grupo de 4.
Segunda transición y a correr. No
me encuentro muy bien, pues la bici ha sido un auténtico calvario a causa del
problema en el sillín y llevo molestias en la espalda. Pero poco a poco voy
encontrando mi ritmo y adelanto algunas posiciones. Las sensaciones mejoran. La
última vuelta se me hace realmente larga y mi ritmo decae. Finalmente entro en
meta en posición 58º. Mi tiempo de carrera a pie fue de 36’ para completar 10
kms, por lo que no corrí del todo mal. Aunque creo que puedo rebajarlo holgadamente
en próximas citas.
Así que otra experiencia más y mi
segunda prueba internacional en categoría élite. Aunque no me saliese una gran
prueba no estoy descontento, ya que el nivel en estas pruebas es muy alto y
cualquier detalle te relega muchas posiciones. Un poco disgustado por el
problema con el sillín, pero disfruté de la prueba, que era el objetivo
principal.
Agradecer a todos los que me
habéis mandado mensajes de apoyo y a mis patrocinadores.
Felicitar también a todos los
integrantes de la expedición española que realizaron un gran papel, en especial
a mi compañero de entrenos Arturo, que se marcó un gran carrera en la prueba
junior ;)
Seguiremos trabajando para
mejorar en próximas citas.
Saludos y kilómetros!
Ánimo Correa ;)
ResponderEliminarMucho ánimo y a seguir trabajando para próximas citas, desde Arctica-Spain te mandamos todo nuestro apoyo!
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