10:15 de la mañana. Hace frío. Sobre un pontón, más de 80
triatletas dispuestos para dar lo mejor de sí mismos en una nueva edición del
Cto. De España de Triatlón en distancia Sprint.
Suena la bocina. Nos lanzamos sobre las sucias aguas del Lago de la Casa de Campo. Braceo como un molino. No me encuentro bien
dentro del neopreno, me cuesta respirar. Voy lento. La gente me pasa y no soy
capaz de ponerme a sus pies.
Llegamos a la primera boya, nos juntamos todos. Me dejo
llevar dentro de un numeroso grupo. Voy recuperando sensaciones poco a poco.
Salgo del agua en 26 posición, mala natación.
Larga transición hasta encontrar mi PRESTIGIO. Fuera
neopreno, casco, dorsal y a pedalear. Primera subida a Garabitas. Sufro pero
aguanto en el grupo. Primera de las 3 vueltas de ciclismo completadas. Voy a
cola de grupo y justito. Giramos para afrontar una nueva subida. Un triatleta
me encierra y me deja clavado. Arranco con todo y logro enganchar de nuevo. La
gente que me precede en el grupo se va cortando. Oscar Vicente pone su ritmo
selectivo. Voy adelantando a la gente que se corta, hago la goma. Me quedo.
Otra vez más pierdo el grupo.
Los “cortados” formamos un grupo de unas 8 unidades. Última
vuelta, nos alcanza el grupo de Gustavo Rodríguez. Ataca, nadie sale,
imposible.
Nos bajamos a correr. Caos de transición, pasillos estrechos
y un numeroso grupo. Es la jungla. Dejo mi bici y a correr. Salgo fuerte, con
rabia por la desastrosa transición. Remonto algunas posiciones y me voy
acercando a un grupo que va por delante. Paso por el ecuador del tramo a pie.
Compruebo que mi número no se encuentra entre los penalizados, tomo aire y a
tope otra vez. Me noto cansado, mi zancada se va acortando poco a poco. Me
relajo, y afronto los últimos metros de la prueba. Últimos metros de
competición de esta temporada.
Mi cabeza hace un repaso de lo que ha sido esta temporada.
Entro en meta. Posición 46º y 10º Sub-23.
No estoy satisfecho, no he rendido bien. Los últimos entrenos me
esperanzaban de hacer un buen papel en este campeonato. Pero al ponerse el mono
de competir, las cosas no han salido como debían. Acabo la temporada con sabor
agridulce.
Muchas gracias por leerme, saludos y buenos entrenos.
En breve colgaré un resumen de lo que ha sido esta temporada
y mis reflexiones.
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