A las cuatro y media de la tarde se dio la salida, en el puerto de Laredo. A diferencia de la pasada edición, esta vez debíamos abandonar el puerto para realizar el recorrido de la natación.
Salida desde el agua, bocinazo y al lío. Enseguida me coloco en cabeza, junto a mi compañero Barroso y a Cazorla. A pesar de ir bien posicionado, no me encuentro cómodo. No nos han dejado calentar y los hombros van duros como piedras.
Doblamos el espigón para salir del puerto y avanzamos hacia la Playa de Salvé. No consigo ver las boyas de referencia, así que confío en el gps de Iván, que no suele fallar. Enseguida alcanzamos las boyas y vuelta hacia el puerto. Ahora que ya diviso bien el recorrido intento marcharme, pero hoy no tengo el día y no consigo ponerme la frecuencia de brazada que a mí me gusta. Sigo en paralelo con Iván, hasta el último tramo, dónde cambia de ritmo. Me coloco a sus pies y consigo aguantar su estela hasta el final.
Salimos del agua un grupito de 4 chicos en cabeza. Cazorla, Barroso, Bustillo y yo. Rápido cambio y a pedalear. Por delante 40 kms de bici con 4 subidas y un pequeño tramo llano, que le aportan exigencia y dureza a este triatlón. Antes de afrontar la primera subida me pasa mi compañero Barroso. Intento que no se me vaya mucho en la subida, pero va muy fuerte. Aún así consigo coronar y mantener la referencia visual, pero en el tramo de bajada me abre un hueco enorme.
A mi ritmo y a por la segunda subida de la jornada. Poco desarrollo y buena cadencia para intentar no castigar demasiado las piernas. Así consigo salvar el segundo alto de la jornada.
Rápida bajada hacia Guriezo, en la que Bustillo me pasa como un avión. Aún no tengo mucha confianza bajando con la cabra, habrá que trabajarlo.
Ahora afrontamos el tramo llano y rodador. A diferencia de otros días me cuesta imprimirle fuerza a las bielas. Pronto llegamos al punto de giro, tomo referencias y a seguir. Al pasar el giro me pasan mis compañeros Roberto y Gorka, pero van muy fuerte y apenas puedo mantenerles las distancias, por lo que se escapan de mi vista rápido. Voy 5º en carrera pero aún queda.
Se acaba el llano y toca subir el Pontarrón de Guriezo. Sin abusar de desarrollo voy haciendo camino, y me voy encontrando mejor. Bajada hacia Liendo y la última subida de la jornada, otra vez Tarrueza.
Misma sintonía que las anteriores subidas, sin abusar de desarrollo, con buena cadencia y "piano, piano" para arriba. A mitad de subida me pasa mi compañero Sergio Sobrino, que va como un tiro; y ya en la parte final me da caza Loroño.
Bajada hacia Laredo, Bustillo va un poco delante y se conoce bien el circuito por lo que trato de seguirle y me lanzo hacia Laredo. Pero en la última curva.... me toca hacer un recto y un pequeño susto, la cabra no frena como la bici de ruta.
Por fin alcanzamos de nuevo el puerto de Laredo, nos bajamos prácticamente juntos del 4º puesto al 8º. Rápido cambio y a correr. A diferencia de carreras anteriores esta vez me encuentro bien, y las piernas no van tan castigadas como otras veces.
Poco a poco van mejorando las sensaciones y el ritmo aumenta. Pronto me coloco en 4ª posición.
En los primeros kilómetros me encuentro bien y el ritmo es bueno, pero el calor y la humedad me están minando poco a poco.
Completo la primera vuelta y me cantan que voy recortando diferencias con los primeros. Pero hacia el kilómetro 6 me visita el hombre del mazo. Me olvido de diferencias y pongo el piloto automático intentando sufrir lo menos posible. Por fin alcanzo el último espigón, último kilómetro. Al girar veo que Pelayo viene fuerte y recortándome bastante, así que toca correr el último kilómetro que no estoy para sustos de última hora.
Entro en meta 4º, en otro triatlón duro. Poco a poco ganando solidez y regularidad en este tipo de pruebas.
Por equipos otra victoria más.
Gracias una vez más a la organización por superarse en esta edición. Y gracias también a los fotógrafos.
¡Saludos y kilómetros!
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