El pasado domingo, y aprovechando un impasse entre tanta fiesta navideña, mi amigo Pablo y un servidor, nos desplazamos hasta la localidad vizcaína de Amorebieta. Con la finalidad de disputar la 61ª edición del Cross Internacional de Zornotza. Increíble como se vuelcan en la comunidad vecina con este tipo de eventos y la difusión que les dan.
En torno a las 12 del mediodía era el turno de Pablo, que disputó la prueba popular, sobre 4.800m. El circuito, desde fuera no parecía muy duro, pues apenas había zonas de barro y no había grandes desniveles. Sin embargo, la hierba alta hacía el circuito pestoso. Pablo hizo una gran carrera, siendo muy regular durante toda la prueba, para finalizar en una gran 21º posición.
Poco después, y tras ver el espectáculo de las chicas, era mi turno. Esta vez me hice el valiente y salí en la salida absoluta, junto a grandes nombres del atletismo nacional e internacional, ya que todos los días no se tiene la oportunidad de correr al lado de tanto superclase.
Salí fuerte el primer kilómetro, sobretodo para evitar golpes y el embotellamiento de las primeras curvas. Y con el paso de los kilómetros ir cogiendo mi ritmo. A diferencia de otras citas, esta vez me costó imprimir mi ritmo machacón que a mi me gusta, ya que no encontraba fluidez en mis piernas. Sobre el ecuador de la prueba me fuí encontrando mejor, y es que los ánimos del público ayudaban bastante. Al final logré entrar en meta en la posición 42º.
Una experiencia más y buenos kilómetros en las piernas de cara a la temporada triatlética.
¡Saludos y kilómetros!
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